¿Qué se le da a un rey
que no te exige un castillo?
Quizá un humilde poema
que sea grande por sencillo. ¿Qué se le da a un rey
que no te exige un tesoro?
¡Pues algo que valga la pena!
Que no se compre con oro. Arrancarte una sonrisa
amarte y volverte a amar,
despacito, así, sin prisa
y sin querer terminar. Cuando el amor es verdadero,
éste no conoce el fin
Y así pienso que sea el nuestro
por eso me puse a escribir,
buscaba cualquier pretexto
para poderte decir: ¿Cómo es posible que nunca
te haya hecho un verso?
¿Cómo es posible que nunca
te haya hecho una canción?
¡¿Cómo es posible?! Me siento perversa
sabiendo que tú eres mi primera razón. Así hoy, después de este tiempo,
admito esto que son mis verdades,
pues si estoy lejos, te extraño,
si estamos cerca me inquietas. Hoy quiero decirte que soy muy dichosa,
quiero bendecirte porque el ser tu novia
es lo más hermoso que me ha sucedido,
estoy orgullosa de ser parte de tu vida. Ya me enredé un poco,
y me salí de mis líneas,
pues puedo hablar de ti
todo un el día. Pues vamos al grano ya basta de vueltas
vamos amor tu no la dices
la voy a decir me quieres te quiero
te amo mi vida y tu a mi
¿te casas conmigo?